Esta mañana desperté para encontrarte… tu voz vino a entibiar mis sábanas, dejando una rosa de mi lado.
Esta mañana desperté para encontrarte… confundiéndome entre la luz de tu “Buen Día” y lo azul de tu sueños, me invitaste a compartir la sensación incomparable que da el sonido de tus zapatos al escucharlos entrar.
Esta mañana desperté para encontrarte… y como niño manso reposaste aquí, mientras yo admiraba todo el sol en tus mejillas, como un manto de hadas eran tus brazos rodeándome y ya no importaba que el mundo afuera se esté derrumbando, yo aquí contigo estaba a salvo de todo, lejos de cualquier mal.
Esta mañana desperté para encontrarte… y empeñaría mi vida entera por un momento de verte sonreír así, hasta mi alma vendo a cambio de todo los sueños que necesites y no busques las razones, no hace falta entender por qué de pronto es fácil lo que fue tan duro ayer…
Esta mañana desperté para encontrarte… y ya no importa si fue un sueño o eras tan real como mis errores, pero ya nada puede sacarme tus caricias suaves, que tuvieron el coraje de regalarme el sol escondido detrás de las nubes negras de tu alma.
Y entre la magia de verte llegar y el dolor que imponen tus castigos… todo queda claro… Yo nací para encontrarte…
Esta mañana desperté para encontrarte… confundiéndome entre la luz de tu “Buen Día” y lo azul de tu sueños, me invitaste a compartir la sensación incomparable que da el sonido de tus zapatos al escucharlos entrar.
Esta mañana desperté para encontrarte… y como niño manso reposaste aquí, mientras yo admiraba todo el sol en tus mejillas, como un manto de hadas eran tus brazos rodeándome y ya no importaba que el mundo afuera se esté derrumbando, yo aquí contigo estaba a salvo de todo, lejos de cualquier mal.
Esta mañana desperté para encontrarte… y empeñaría mi vida entera por un momento de verte sonreír así, hasta mi alma vendo a cambio de todo los sueños que necesites y no busques las razones, no hace falta entender por qué de pronto es fácil lo que fue tan duro ayer…
Esta mañana desperté para encontrarte… y ya no importa si fue un sueño o eras tan real como mis errores, pero ya nada puede sacarme tus caricias suaves, que tuvieron el coraje de regalarme el sol escondido detrás de las nubes negras de tu alma.
Y entre la magia de verte llegar y el dolor que imponen tus castigos… todo queda claro… Yo nací para encontrarte…
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