Hace aproximadamente un año y cinco meses te escribí una carta contándote lo que sentía y ahora que falta poquito para que hagamos dos años tengo que decirte que nada de lo que te decía hace tanto tiempo a cambiado y si ha cambiado algo son mis ganas de quererte porque cada vez son más y más fuertes.
¿Eres lo mejor de mi vida sabes? Sigo mirando tus fotos y quedándome embobada mirándote, sigo acordándome de esos primeros meses y no te imaginas lo feliz que soy de ver que nada a cambiado, que seguimos estando igual de bien, que cada vez que me abrazas y me besas o me dices te quiero me revolotean mil mariposillas en el estomago, que hemos sabido superar los problemas hablando y de la mejor manera posible, dándonos cuenta de nuestros errores y rectificando a tiempo, que contigo las horas pasan como segundos y que me quedaría a tu lado toda la vida si pudiera…a pesar de que eso es imposible por lo menos ahora, que pronto nos separaremos un tiempo que para mí será eterno y que te echaré de menos demasiado. Pero la distancia nunca a sido obstáculo para nosotros, mi amor llega allá donde estés y sabes que te espero con esa sonrisa que tanto te gusta, sabes que cada noche miraré a la luna para que me de ese beso que un día le dejaste para mí y que no saldrás de mi cabeza en ningún momento, porque tu eres parte de mí.
Pero aún falta para eso y no quiero empezar a ponerme triste ya, esta carta es para dejarte claro que mis sentimientos son tan o más fuertes que al principio, que si algún día estuve insegura de lo nuestro fue por miedo a perderte y que siempre me tendrás a tu lado, como me has tenido desde que me conociste y como me tienes ahora.
Para mi fuiste, eres y serás siempre la persona más maravillosa que he conocido, eres como un sueño del que no quiero despertar, nunca había querido a nadie así y no quiero que esto que nos pasa acabe nunca, porque sin tí estaría perdida.
Te amo mi niño.
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