Son las 4:35 de la madrugada, y estoy despierto desde hace ya más de una hora. Mi mente se llena de pensamientos, alegres, tristes y otros simplemente indescriptibles, que no hacen otra cosa que quitarme el sueño.
De repente, se me viene a la mente un pensamiento, que no sé bien si lo escuché en algún momento de mi vida o, simplemente, es la forma en que mis más profundos sentimientos desean exteriorizar.
Estando ahí recostado, mirando aun en la tenue luz ahogada por la oscuridad, percibo pensamientos que atraviesan mi mente, con el ímpetu y la fuerza que produce un vehículo al estrellarse contra el muro de la inconsciencia.
Recuerdo algunos momentos de mi vida, en la que por más que estaba rodeado de un centenar de personas, me sentía tan solo, como un náufrago en el océano; y en ocasiones, estando solo, me siento más acompañado. Debe ser por pensar en ti.
Al salir el sol e iluminar la habitación con sus ralyos de luz atravesando el cristal decidí escribir estas líneas, rompiendo la normalidad de la rima que me caracteriza.
No sé con certeza cuándo y cómo suceden estas exaltaciones. Pero de algo estoy seguro: sucede por ti y no deseo que termine.
Me pregunto si ser tan sincero es bueno o malo, o tal vez circunstancial; momento en el que se quiere tanto y sin medida, que no se piensas en nada mas que en la mujer que es capaz de hacer aflorar mis sentimientos mas escondidos y que al fin y al cabo no temo expresar.
Pero lo que si temo es hacerla dudar y antes de verla llorar prefrió ser yo el que tenga que renunciar. No por que no la quiera, sino por que la quiero tanto que seria capaz de alejarme, pues seré feliz mientras tú lo seas, aunque no sea a mi lado.
De pequeño me costaba desprenderme de las cosas que me gustaban, lindos momentos creo yo. Pero he crecido y no soy el mismo de cuando era un recién nacido. Dicen mis padres que he madurado, pues yo creo que me he enamorado. Dicen mis hermanos que de la vida, pues afirmo yo que es de una mujer que en ella habita.
Tantos cosas por expresar que una vida no basta para poder escribir. Por ello espero algún día podértelas frente a ti decir.
J.A.H.V
De repente, se me viene a la mente un pensamiento, que no sé bien si lo escuché en algún momento de mi vida o, simplemente, es la forma en que mis más profundos sentimientos desean exteriorizar.
Estando ahí recostado, mirando aun en la tenue luz ahogada por la oscuridad, percibo pensamientos que atraviesan mi mente, con el ímpetu y la fuerza que produce un vehículo al estrellarse contra el muro de la inconsciencia.
Recuerdo algunos momentos de mi vida, en la que por más que estaba rodeado de un centenar de personas, me sentía tan solo, como un náufrago en el océano; y en ocasiones, estando solo, me siento más acompañado. Debe ser por pensar en ti.
Al salir el sol e iluminar la habitación con sus ralyos de luz atravesando el cristal decidí escribir estas líneas, rompiendo la normalidad de la rima que me caracteriza.
No sé con certeza cuándo y cómo suceden estas exaltaciones. Pero de algo estoy seguro: sucede por ti y no deseo que termine.
Me pregunto si ser tan sincero es bueno o malo, o tal vez circunstancial; momento en el que se quiere tanto y sin medida, que no se piensas en nada mas que en la mujer que es capaz de hacer aflorar mis sentimientos mas escondidos y que al fin y al cabo no temo expresar.
Pero lo que si temo es hacerla dudar y antes de verla llorar prefrió ser yo el que tenga que renunciar. No por que no la quiera, sino por que la quiero tanto que seria capaz de alejarme, pues seré feliz mientras tú lo seas, aunque no sea a mi lado.
De pequeño me costaba desprenderme de las cosas que me gustaban, lindos momentos creo yo. Pero he crecido y no soy el mismo de cuando era un recién nacido. Dicen mis padres que he madurado, pues yo creo que me he enamorado. Dicen mis hermanos que de la vida, pues afirmo yo que es de una mujer que en ella habita.
Tantos cosas por expresar que una vida no basta para poder escribir. Por ello espero algún día podértelas frente a ti decir.
J.A.H.V
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